Este blog corresponde a la interpretación que yo he dado de las enseñanzas del texto, por lo que soy consciente de los grandes aportes que ustedes pueden hacer de los diferentes temas a tratar.

La vida nos sorprende de vez en cuando y he aprendido, que lo que parece ser, muchas veces no es, depende desde donde lo mires.



martes, 30 de julio de 2013

PROCURE PRIMERO COMPRENDER Y DESPUÉS SER COMPRENDIDO: UN PROBLEMA DE CARÁCTER

Desde qué aprendemos nuestras primeras palabras, nuestros padres se empeñan en desarrollar nuestra comunicación, ya sea, que aprendamos a expresarnos verbalmente, a través de la escritura o simplemente leyendo, pero hay algo que no nos enseñan y es a escuchar efectivamente. Una vez que ingresamos en el colegio, depuramos y mejoramos en los cuatro tipos principales de comunicación, tenemos clases donde nos enseñan a leer, a escribir y a hablar en público, ups!!!, pero y la cuarta, en ninguno de los colegios donde estuve o en la universidad, se impartieron clases de escucha, siendo uno de los pilares fundamentales para la comunicación entre personas.

De los pocos personajes que he conocido y que han recibido este tipo de enseñanza, se cuentan algunos colegas que la utilizan como una forma de sicologismo, es decir, escuchar a las personas o hacerlas pensar que están interesadas en lo que dicen, para luego evaluar sus motivos y buscar influir en ellos de alguna manera. Esto está muy de moda entre los círculos empresariales hoy en día, siendo un hábito más cercano a la ética de la personalidad, la cual, como ya hemos revisado antes, presenta un grave problema, si no se trabaja en conjunto con el carácter, las demás personas pueden percibir que se les está tratando de manipular, sienten esta duplicidad interior, cerrando completamente las líneas de comunicación. Creo que a muchos de ustedes les ha pasado que alguien es sumamente amable con ustedes y se muestra muy cercano e interesado en cómo se sienten, sólo para sacar algún tipo de información o para pedirles algo, cada vez que me ha sucedido me he sentido estúpido en algún grado, sobre todo cuando se acerca un colega y te pregunta, ¿qué piensas de fulano? y después, le cuentan todo lo que has dicho a esa persona o el típico ¿qué te pasa?, y después eres el hazmerreír de todos, que vergüenza, desde ese momento, la persona que divulgo la información pasa a formar parte de la lista de los no confiables.

Si de verdad se desea comprender a una persona y conectar con sus sentimientos, todo debe comenzar con nuestro carácter, en lo que somos realmente, no en lo que decimos que somos, esta es una condición primordial para que el proceso de comunicación sea efectivo y para que lo sea aún más, además es necesario que la cuenta bancaria emocional tenga saldo positivo. Si de verdad se confía en lo que representa una persona, existe una alta posibilidad para la apertura sincera, si a esto le sumamos la verdadera intención de comprender, lo más seguro es que se genere el ambiente propicio, preparando el camino para ser comprendidos.